Bisaurín (2.668m) - Norte clásica (400m, D)

Fin de fiesta. Se acabó el anticiclón... Toca atrincherarse en casa, darle a la tecla y rememorar una aventura de las buenas. De las que curten. No todo va a ser escalar al sol...



29 de Febrero de 2020

El anciclón llega a su fin. Se anuncia nueva borrasca. "Jorge", se con la moda esta de ponerse nombre a todo lo que antes venía a llamarse "Invierno"... A los que se inventan estas mierdas se les van acabando los nombres exóticos. En un par de años dirán "que viene Rufina", o "Este finde llega Eustaquio"... A saber. Las modas...

Aproximando. En la Plana Mistresa el viento nos da la bienvenida


9:30 am. Pie de vía... Hemos ido subido tranquilos, sin prisa. Hoy no hemos venido a ninguna olimpiada. Al llegar al collado de Secús La cara norte asoma. El viento ruge y comienzan a caer los primeros copos. La borrasca nos da la bienvenida. "Venga chavales, dadle caña..." 

Se aprecia una cordada entrando en el corredor. "Bien, no estaremos solos..." Esa estúpida sensación de seguridad que te da ver a gente cerca cuando se avecina marrón. Aquí cada palo aguanta su vela. Nosotros a lo nuestro, que nos queda faena...

Vistas desde el collado. Una cordada en el L1
L1. Se confirma lo que me habían comentado y no había querido creer. Toda la vía esta en hielo. La idea de hacer una cara norte con 12 tornillos me parecía una exageración. Echamos 7 y no sobró ni uno...Pasamos de ensambles en esas condiciones. El largo, es fácil, pero el estado de la nieve no permite el más mínimo fallo. Monto reunión en dos potentes fisuras.

R1 a cañón

Ángel llegando a la R1. Pasito de la risa
Segundo largo. Empieza el tomate. Resalte picantón. Hay buen hielo para proteger, pero se pone vertical la cosa. El viento cada vez sopla más fuerte, y para colmo no paran de caer proyectiles de la cordada de arriba. Alguna pequeña purga fruto de la creciente nevada amenaza con darle más emoción aún a la cosa. Supero el resalte y la cordada de delante monopoliza la R2. "Cagoentó, no llego a montar en las rocas de más arriba". Aún les queda por salir. Me estoy quedando helado, y no me queda otra que montar reunión en 3 tornillos de hielo justo en la salida del resalte. No me da ningún buen rollo. El hielo es bueno para progresar pero no es el típico hielo de cascada. Hay mucha zona hueca. Me tiro un rato para meter los 3 tornillos y cuando monto algo medio decente recupero a mi compañero. "Sube!" -grito. ("y no te cuelgues mucho"- pienso para mis adentros-...)

R2. ¿A cañón? Paece que si, pero en estos casos mejor no tentar la suerte...
Sube Angel. La purgas van en aumento y se las está zampando todas. 


Vaya ducha compañero...


Tercer largo. Diedro helado, donde la parte superior se pone vertical y delicado. El hielo está muy delicado, y hay que tener cuidado de no romperlo para poder progresar. Un 0,75 entra a cañón en una fisura, protegiendo la salida del largo. Monto reunión en puente de roca unos 20 metros tras la salida.

"¡Reunión!" -grito.

No recibo respuesta. El viento ruge con fuerza y no se oye absolutamente nada. "¡¡RE-U-NIÓOOON!!!" -Vuelvo a gritar. Nada... Recojo toda la cuerda y espero a que desmonte reunión pero no noto que la cuerda pierda tensión. Sigo esperando... Pasan 10-20 minutos, y nada. Me empiezo a helar. De repente oigo algo de abajo. Algún grito, pero no logro entender... ¡¡SUBE, COÑO!!! QUE HOSTIAS ESTÁ PASANDO??!! -oigo algo, pero no consigo descifrarlo... Me sigo desgañitando, pero es inútil. Sigo esperando.... Cierta sensación de angustia me empieza a invadir. En la montaña asumes que no tienes todo bajo control. Juegas siempre con la incertidumbre: los tiempos, el estado de la vía, … hasta que no llegas a cumbre no sabes como será el siguiente largo y que sopresas te deparará. Pero este estado de tolerancia tiene sus límites. En la R3 de la norte clásica del Bisaurin siento que esas límites empiezan a sobrepasarse...

Rápido. Sin tiempo que perder. Soluciones. "Rapelar por la cuerda fija, desde la reunión. Hasta encontrarme con Angel y ver que cojones le pasa" ¿Y luego? No queda otra que subir por la cuerda fija, sin Jumar, jugándotela a perder la cuerda o perder horas en la maniobra sin herramientas que faciliten la ascensión, y sin práctica alguna en ese tipo de movimientos improvisados. A la izquierda de la vía está en corredor norte. Vía fácil de ascenso a la cumbre "A las malas, si consigo que suba aunque sea de noche, rapelamos hacia el corredor norte y en un largo estamos en terreno fácil". En esas estoy cuando por fin noto que la cuerda empieza a perder tensión. "Está subiendo..".

Superando el resalte del tercer largo.


Ya está hecho lo peor. La tensión desciende de nuevo a los límites de lo tolerable...Pero el viento sopla cada vez con más fuerza. La vía suaviza, pero la niebla cada vez es más densa y la visibilidad es ya muy limitada, con lo que no se puede bajar la guardia. Se intuyen varios itinerarios, y optamos por coger una amplia canal que sube hacia la izquierda. Tiramos en ensamble, y tras unos 100 metros de cuerda llegamos a la arista cimera, un poco a la izquierda de la cumbre. No se ve absolutamente nada y el viento sopla con fuerza, pero eso no nos impide esbozar una sonrisa. Y de nuevo experimentar esa sensación, esa extraña mezcla de euforia y paz, de sentirse en el mejor lugar del mundo y a la vez querer regresar al hogar. Pero sobre todo de sentirse vivo. Momentos efímeros que se graban en la retina por el resto de los días. Nos queda una larga bajada entre la niebla primero, la noche después, y al final la lluvia.

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